Querido diario:
Ayer tocaba poesía. Bueno para ser sinceros poesía toca todos los días. Ni un solo día puedo dejar de romperme a versos sacando todas mis espinas para fuera. Para mi escribir es una necesidad terapeútica. Inventar historias me produce una sensación de libertad impagable. Pero la poesía saca fuera de mi el mejor yo que tengo escondido y que sólo sale a golpe de rima.
Tengo una nueva historia en la cabeza para hacer una serie de relatos. Mañana te contare, diario.