Don Francisco de Quevedo discutía con la escritora Smith las formas de ganar el concurso de blogs "20 minutos". Yolanda se hace la sueca aunque es muy gallega. Quevedo insiste:
-Señora María Pita, vos que habéis defendido con valentía la ciudad de La Coruña de una invasión inglesa tenéis el deber histórico de llevaros el más alto galardón del diario "20 minutos".
-Señor Quevedo, permitame recordarle mi nombre: me llamo doña Yolanda Smith.
-¿La señora Smith? ¿Quiere decir que es usted la esposa del pirata Smith?
-¡Ni hablar! Vivo en el siglo XXI y las mujeres ya no somos "señoras de". Somos personas independientes.
-¡Vive Dios que han cambiado los mundos, señora Smith!
Don Francisco de Quevedo sigue insistiendo en que Yolanda Smith tiene que llevarse el primer premio. Cruzo los dedos. Yo también voy a darle el latazo a la escritora Smith.
Yolandita: mereces un premio y no te dejaré en paz hasta que toda España y toda Latinoamérica sepan que la mejor poesía tanto en castellano como en gallego la escribes tú.
Quiero abrazarte, asirte, secuestrarte
dormirme en tus brazos, amor mío.
Quiero parar el mundo en este instante.
Quiero ponerte el cartel de eres mío.
Quiero arrastrarte al altar de los altares
arrodillarme ante Dios para rogarle
que nos una sin epílogos ni finales.
Quiero vivir en esta nube nuestra
soñar que tú eres mi ángel deseado.
Quiero vivir este amor que me regalas.
