Querido diario:
Estoy de este país hasta el culo. Así de claro lo escribo. Hace unos días me llamó la atención que mi nuevo blog tuviera una verificación de palabra en la entrada. Ayer miré la configuración y no encontré nada raro. Como siempre, yo pecando de buena persona que es lo mismo que pecar de tonta. ¿Qué demonios le iba a pasar? Que me han denunciado por spam. Algún señorito sobrado de tiempo y de dinero se ha dedicado a ponerme la zancadilla. ¡Gran valentía la suya! Si en este momento supiera quien es el cabrón y lo tuviera delante, lo molía a hostias.
Sólo me quedan unos meses para darle el finiquito al dichoso blog que abrí por pura venganza contra esta sociedad opulenta e injusta. Cierto que me divierte mucho más que el otro, que si supieran que es mío también le harían la misma jugada. Se ve que los parias no tenemos derecho ni a la miseria de las alegrías de los señoritos. Sí, de esos que van de manifestación llenándose la boca con la familia perfecta y de los otros que dicen "los obispos son muy malos", pero corren a darles el concierto a los colegios del clero.
Yo me siento con derecho a atacar a la sociedad que me cierra las puertas, que me las ha cerrado, que me las sigue cerrando y que, por lo que se ve, me las cerrará en el futuro. ¿No les gusta? A mí tampoco me gusta que ganen los de siempre, los enchufados, los que han nacido tocados por la estrella de la buena suerte que no me ha iluminado a mí.
Y me pregunto yo en este momento: ¿dónde está Dios? Seguramente está ayudando a ese cabrón que me ha denunciado por spam. Espero que no lo ayude a joderme los ingresos por publicidad que significan que pueda comprar unas botas nuevas o tenga que ir mojándome los pies con las viejas. ¿Por qué Dios siempre se aliará con las malas personas que le niegan la gloria de una letra para el himno a Paulino Cubero y amenazan los ingresos por publicidad de quien los necesita para poder comprar unos zapatos nuevos en los chinos?
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Todos los días por desayuno
café y bollos en envoltorio
las servilletas son papel rosa
con poesías sin escritora.
Esas palabras relee lento
piensa confuso en la escritora
¿él la conoce? ¿será famosa?
piensa en ella, la desconoce.
Ella le pone café en verso
a media mañana repite gesto
dudas ya mecen su pensamiento
malvada era, seguro es ella.
café y bollos en envoltorio
las servilletas son papel rosa
con poesías sin escritora.
Esas palabras relee lento
piensa confuso en la escritora
¿él la conoce? ¿será famosa?
piensa en ella, la desconoce.
Ella le pone café en verso
a media mañana repite gesto
dudas ya mecen su pensamiento
malvada era, seguro es ella.
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