Los refugiados dan pie a que se escriban páginas en los periódicos y novelas que buscan lectores con historias llenas de nostalgia y de tristeza. Tal es el caso de Un mapa de sal y estrellas de Jennifer Zeynab Joukhadar, una novela de 446 páginas que me sirvió para conciliar el sueño durante un mes. Es ese tipo de novelas que te rebaja la alegría y que te viene bien para leer a pocos los días que crees que estás excesivamente optimista. La vida es un asco, piensas, tras leer cuatro o cinco páginas de dramas.
La ventaja de Un mapa de sal y estrellas de Jennifer Zeynab Joukhadar respecto a otras novelas similares es que la autora tuvo la feliz idea de meter en la trama peripecias de una protagonista durante la Edad Media. Así nos va contando como Rawiya, una joven de sólo 16 años, huye de su aldea y va a buscar un legendario cartógrafo. Eso es el pasado. El presente es Manhattan. Allí, en el corazón de Nueva York, Nour es la hija de doce años de una familia de inmigrantes sirios que está descubriendo un nuevo mundo para ella.
Lo que no esperaba la buena de Nour era regresar a Siria. Lo hace cuando fallece su padre y a su madre no se le ocurre nada mejor que arrastrar a sus dos hijas a Homs. Pronto marchan. Empieza la guerra y las tres mujeres ponen pies en polvorosa. Lo malo es que la huida no les resulta fácil. Irán por Jordania, Egipto, Libia y Argelia. Un desastre. Nour debió haber denunciado a su madre por insensata. Con lo felices que estaban en Nueva York y va la progenitora y las lleva a Siria porque no podía con la nostalgia.
Mejor le fue la vida a la chica de la Edad Media. Rawiya vive un amor muy romántico en aquellos años lejanos en los que la felicidad era escasa para todos. Menos mal que existía el amor para hacer felices a las personas. La novela es una mezcla de felicidad en la Edad Media y horror en la Edad Moderna. Yo cuando la acabé casi quería regresar en el tiempo a la Edad Media.
No os recomiendo Un mapa de sal y estrellas de Jennifer Zeynab Joukhadar ni os lo dejo de recomendar. Es un libro de 446 páginas que cuesta 19,85 euros en las librerías. Yo lo leí gratis gracias al préstamo de una biblioteca. No hubiera pagado casi veinte euros por una novela de leer y dejar.
La ventaja de Un mapa de sal y estrellas de Jennifer Zeynab Joukhadar respecto a otras novelas similares es que la autora tuvo la feliz idea de meter en la trama peripecias de una protagonista durante la Edad Media. Así nos va contando como Rawiya, una joven de sólo 16 años, huye de su aldea y va a buscar un legendario cartógrafo. Eso es el pasado. El presente es Manhattan. Allí, en el corazón de Nueva York, Nour es la hija de doce años de una familia de inmigrantes sirios que está descubriendo un nuevo mundo para ella.
Lo que no esperaba la buena de Nour era regresar a Siria. Lo hace cuando fallece su padre y a su madre no se le ocurre nada mejor que arrastrar a sus dos hijas a Homs. Pronto marchan. Empieza la guerra y las tres mujeres ponen pies en polvorosa. Lo malo es que la huida no les resulta fácil. Irán por Jordania, Egipto, Libia y Argelia. Un desastre. Nour debió haber denunciado a su madre por insensata. Con lo felices que estaban en Nueva York y va la progenitora y las lleva a Siria porque no podía con la nostalgia.
Mejor le fue la vida a la chica de la Edad Media. Rawiya vive un amor muy romántico en aquellos años lejanos en los que la felicidad era escasa para todos. Menos mal que existía el amor para hacer felices a las personas. La novela es una mezcla de felicidad en la Edad Media y horror en la Edad Moderna. Yo cuando la acabé casi quería regresar en el tiempo a la Edad Media.
No os recomiendo Un mapa de sal y estrellas de Jennifer Zeynab Joukhadar ni os lo dejo de recomendar. Es un libro de 446 páginas que cuesta 19,85 euros en las librerías. Yo lo leí gratis gracias al préstamo de una biblioteca. No hubiera pagado casi veinte euros por una novela de leer y dejar.
