Personajes de invierno de Juana Vázquez Marín es una novela sobre el maltrato. La protagonista huye de su maltratador. Toda la novela es el relato de la huida de un pasado traumático, tanto por parte de la protagonista femenina como de su nuevo amor, un señor muy distinto a su marido que conoce en un bar.
Juana relata muy bien el dolor. Tan bien te lo cuenta que te lo crees. Sientes la angustia de Virginia, una mujer que acaba de dejar a su marido, una persona que la ha maltrato psicológicamente durante años. Era un hombre celoso, que la trataba con desprecio, la insultaba con insultos tan duros como ramera. No pienses que Virginia es una pobrecita. Es una profesora universitaria. La autora ha elegido a una de esas mujeres que no piensas que es una mujer maltratada en un intento de decirnos que cualquier mujer puede sufrir maltrato. El maltrato destroza a Virginia. Tiene que pedir la baja laboral por depresión exógena reactiva.
La novela tiene muchos tópicos. No falta la madre de la mujer maltratada justificando un poco al yerno. La vida es así, viene a decir la madre de Virginia. Le cuenta a su hija que ella también sufrió maltrato. Se aguantó. La madre de Virginia es una mujer de un pueblo, una víctima más del machismo.
Así están las cosas cuando llega el nuevo amor de Virginia a su vida: es un hombre que conoce en un bar del que se ha hecho clienta, un hombre que le inspira confianza y ternura, muy distinto físicamente a su marido. El marido de Virginia era un hombre alto, moreno, con bigote, ojos negros. Su nuevo amor es bajito, vulnerable, con el pelo de color pajizo.
Empieza la tercera parte de la novela centrada en las estrategias de Virginia para conquistar a su nuevo amor. Este señor vulnerable pasa de ella. Pero Virginia es una mujer que juega al ajedrez con cierta habilidad y va a utilizar las estrategias del juego de mesa en su acercamiento a este hombre que la está enamorando sin él saberlo y sin él querer enamorarla. Le pide un cigarrillo, le pregunta si le deja el periódico, se pone guapa para gustarle. No sabe que Thays ve en ella a su madre y recuerda un pasado del que también está huyendo.
No os recomiendo ni os dejo de recomendar la novela. Tengo la sensación de haber leído esta historia miles de veces. La única novedad es lo que tiene de actualidad: la violencia de género y el intento de la protagonista por volver a enamorarse, a rehacer su vida con un hombre que es muy distinto a su esposo. Es lo que cuesta creer. Yo no correría tanto detrás de otro hombre cuando me ha ido mal con el anterior.
Lo único interesante de verdad de Personajes de invierno de Juana Vázquez Marín es Thays, un hombre que huye de su pasado en Ámsterdam, se refugia en un barrio de Madrid donde es poco probable que alguien lo reconozca y se ve casi perseguido por una mujer que se ha enamorado de él con sólo mirarlo.
Juana relata muy bien el dolor. Tan bien te lo cuenta que te lo crees. Sientes la angustia de Virginia, una mujer que acaba de dejar a su marido, una persona que la ha maltrato psicológicamente durante años. Era un hombre celoso, que la trataba con desprecio, la insultaba con insultos tan duros como ramera. No pienses que Virginia es una pobrecita. Es una profesora universitaria. La autora ha elegido a una de esas mujeres que no piensas que es una mujer maltratada en un intento de decirnos que cualquier mujer puede sufrir maltrato. El maltrato destroza a Virginia. Tiene que pedir la baja laboral por depresión exógena reactiva.
La novela tiene muchos tópicos. No falta la madre de la mujer maltratada justificando un poco al yerno. La vida es así, viene a decir la madre de Virginia. Le cuenta a su hija que ella también sufrió maltrato. Se aguantó. La madre de Virginia es una mujer de un pueblo, una víctima más del machismo.
Así están las cosas cuando llega el nuevo amor de Virginia a su vida: es un hombre que conoce en un bar del que se ha hecho clienta, un hombre que le inspira confianza y ternura, muy distinto físicamente a su marido. El marido de Virginia era un hombre alto, moreno, con bigote, ojos negros. Su nuevo amor es bajito, vulnerable, con el pelo de color pajizo.
Empieza la tercera parte de la novela centrada en las estrategias de Virginia para conquistar a su nuevo amor. Este señor vulnerable pasa de ella. Pero Virginia es una mujer que juega al ajedrez con cierta habilidad y va a utilizar las estrategias del juego de mesa en su acercamiento a este hombre que la está enamorando sin él saberlo y sin él querer enamorarla. Le pide un cigarrillo, le pregunta si le deja el periódico, se pone guapa para gustarle. No sabe que Thays ve en ella a su madre y recuerda un pasado del que también está huyendo.
No os recomiendo ni os dejo de recomendar la novela. Tengo la sensación de haber leído esta historia miles de veces. La única novedad es lo que tiene de actualidad: la violencia de género y el intento de la protagonista por volver a enamorarse, a rehacer su vida con un hombre que es muy distinto a su esposo. Es lo que cuesta creer. Yo no correría tanto detrás de otro hombre cuando me ha ido mal con el anterior.
Lo único interesante de verdad de Personajes de invierno de Juana Vázquez Marín es Thays, un hombre que huye de su pasado en Ámsterdam, se refugia en un barrio de Madrid donde es poco probable que alguien lo reconozca y se ve casi perseguido por una mujer que se ha enamorado de él con sólo mirarlo.
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El cazador de estilemas de Álex Grijelmo es una novela que nos da ideas para cazar a esos delincuentes acosadores en las Redes Sociales. Sólo hay que tirar del hilo de los estilemas, es decir, de las muletillas, frases hechas propias de la persona que escribe, uso de mayúsculas, minúsculas, puntuación, etc, etc, etc. Son estilemas que todos dejamos en los textos que escribimos. evaaltelefono.blogspot.com |