Lo que no son cuentas son cuentos de Álvaro Nadal es un libro que explica a través de cuentos los problemas y éxitos de la economía española. No hay problema que no explique: el paro, el presente y futuro de las pensiones,... e incluso va hacia el pasado reciente para inventar un cuento que explique el paso de la peseta al euro. Hay que felicitar al autor por esta iniciativa suya de hacernos la economía más fácil a través del género del cuento.
Álvaro Nadal no se aparta de los temas más áridos de la economía. Por ejemplo, tiene un cuento para contestar a la pregunta de si quiere España alcanzar los puestos de cabeza en la economía mundial. Se afana en explicar en su cuento la baja productividad (una preocupación de los empresarios) y los sueldos de miseria (una preocupación de los trabajadores).
De todos los cuentos que recoge el libro me quedo con el cuento de una aldea cerrada que se abre al mundo. A través de este cuento Álvaro Nadal nos intenta convencer de la necesidad que tenemos todos de adaptarnos al siglo XXI. Hay que aprender nuevas tecnologías, abrirse a la nueva realidad si no queremos quedar obsoletos.
Os recomiendo el libro. Lo que no son cuentas son cuentos de Álvaro Nadal es un libro que se lee de un tirón. Estoy muy de acuerdo con lo que dice el autor en el epílogo: hay que tomar decisiones. Cada decisión implica una renuncia porque los recursos, como bien sabemos los economistas, son limitados. Nuestro objetivo es que los recursos sean mayores para poder repartir una tarta más grande.
Destacaría también la explicación del problema de las pensiones a través del cuento de una tribu cuyo consejo de ancianos exige comer más carne de mamut cuando los mamuts escasean. Una forma original de explicar que nuestros ancianos de hoy quieren pensiones más grandes cuando el dinero escasea. Como bien dice el autor, para que los mayores vivan mejor los trabajadores tenemos que vivir peor. Habrá que encontrar un equilibrio entre los intereses de la gente que trabaja y la gente que ha dejado de trabajar.
Lo único que cambiaría de este libro que os recomiendo es su portada. La foto a todo trapo de su autor me parece un panfleto propagandístico de su persona. El libro se vendería igual de bien con una portada que no recordara la de una revista masculina de moda.
Álvaro Nadal no se aparta de los temas más áridos de la economía. Por ejemplo, tiene un cuento para contestar a la pregunta de si quiere España alcanzar los puestos de cabeza en la economía mundial. Se afana en explicar en su cuento la baja productividad (una preocupación de los empresarios) y los sueldos de miseria (una preocupación de los trabajadores).
De todos los cuentos que recoge el libro me quedo con el cuento de una aldea cerrada que se abre al mundo. A través de este cuento Álvaro Nadal nos intenta convencer de la necesidad que tenemos todos de adaptarnos al siglo XXI. Hay que aprender nuevas tecnologías, abrirse a la nueva realidad si no queremos quedar obsoletos.
Os recomiendo el libro. Lo que no son cuentas son cuentos de Álvaro Nadal es un libro que se lee de un tirón. Estoy muy de acuerdo con lo que dice el autor en el epílogo: hay que tomar decisiones. Cada decisión implica una renuncia porque los recursos, como bien sabemos los economistas, son limitados. Nuestro objetivo es que los recursos sean mayores para poder repartir una tarta más grande.
Destacaría también la explicación del problema de las pensiones a través del cuento de una tribu cuyo consejo de ancianos exige comer más carne de mamut cuando los mamuts escasean. Una forma original de explicar que nuestros ancianos de hoy quieren pensiones más grandes cuando el dinero escasea. Como bien dice el autor, para que los mayores vivan mejor los trabajadores tenemos que vivir peor. Habrá que encontrar un equilibrio entre los intereses de la gente que trabaja y la gente que ha dejado de trabajar.
Lo único que cambiaría de este libro que os recomiendo es su portada. La foto a todo trapo de su autor me parece un panfleto propagandístico de su persona. El libro se vendería igual de bien con una portada que no recordara la de una revista masculina de moda.