1 No, no me lo digas. No quiero tener un fin uniendo sus cartas a las mías. Él existe. Está leyendo mis versos, buscando mis dedos entre poesías, cogiendo mi mano en el parecido que le encuentra al párrafo con mi voz escrita. Él existe. Mi muso... existe. 2 Somos amantes de papel en un palacio rosa donde canta Sabina. Tarareas para mí canciones hasta arrancar mi pena de todos los rincones. Me quieres y no sé entender que ames a quien llora, lamenta, se enfada, vive subida al tren de tantas decepciones. Te quiero y no le pongo nombre a este sentimiento hasta que Dios te roba. Mi amante de papel, ¿Dónde estás ahora?... Seguiré escribiendo para quien me adora. 3 Te busco en las letras que escribió Sabina sin pensar en nosotros. Te busco en la serie del médico doctor House pese a que yo detesto el olor a dolores. Te busco en tus cartas porque no le perdono al reloj de las horas que parara tu rumbo. Te busco en Mr. Google donde tú rebuscabas las huellas de mi nombre. 4 Te busco, amor mío, en el fantasma vivo que ronda mi poesía. Te busco en un lamento que huye de mi boca, en lo que no te dije, en lo que hemos perdido. Te busco en la ganancia de quien tuvo la dicha y no supo que el vaso era tu frágil vida. Te busco en el pasado de los meses perdidos. Quisiera poner hoy al ayer que ha prescrito. |