Querido diario:
En el siglo XXII no hay novedad. Sigo escribiendo sin prisa pero sin pausa, ajena a los edificios gigantes, a la gente que puebla las calles y a los ruidos que me rodean. De vez en cuando echo de menos el siglo XXI, no porque lo añore, sino porque no me he desacostumbrado al pasado que dejé en presente, y que sé que existe. ¿Cómo no va a existir si llega en ruidos que te lo recuerdan? La magia está en saber volar sobre el ruidoso entorno subida a la imaginación. Es durante esos vuelos de bolígrafo y papel cuando me siento libre. ¡Qué bonita es la libertad!
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Eres una leona disfrazada
fuera del carnaval asiático
pones la piel de tu tocaya
ruges fierezas con palabras.
Eva es Eva sin disfraces
en el paraíso es reina mala
responde en sopa de letras
juntando palabras firmadas.
Te soñé distinta Eva mía
dejame meditar tranquilo
pienso que eres tú la misma
existes porque eres mía.
Eva ha emancipado costilla
ADN se volvió distinto
nada la une a Adán antiguo
es libre por amor perdido.
