Amando en verso

Querido diario:

Siento como si volviera al pasado desde este siglo XXII al que subo cada noche. Recupero gustos antiguos, costumbres olvidadas y hasta olvido temores que me angustian.

He vuelto a poner taconazo. Te parecerá una tontería, y realmente lo es, pero me ha subido la moral. Compre las botas que llevo puestas porque estaban bien de precio. Unos doce centímetros por lo menos de tacón. Voy como subida a la gloria. ¿Por qué dirán que los tacones son malos para la espalda? Mi espalda descansa maravillosamente bien cuando me elevo en puntillas. Ni siquiera siento temor por mis castigados tobillos, no por tacones del pasado sino por lo muchos que me machaque en su día en el gimnasio.

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Nos columpiamos más arriba
Se asustan las nubes negras
Nos columpiamos más abajo
Se ríen nubes rosa caramelo.

Arriba abajo vamos sin motor
impulsándonos gasolina ilusión.
Ya pueden subir el brent.
Ya pueden bajar la inflación.

No hay preocupación dolor.
Sólo hay instante ilusión.
Sin fin el balancín columpio
columpia ilusión sin motor.