Dispara, Yo ya Estoy Muerto de Julia Navarro es una novela histórica más de la periodista que encontró la gallina de los huevos de oro. La leí porque me regalaron el libro. No lo hubiera comprado. Solo pensar que estaría haciendo más rica a Julia Navarro ya me hace desistir en la compra.
La novela es un culebrón familiar muy recomendable para conciliar el sueño cuando no hay manera de quedarse dormida. Te lleva a Berlín, a París, a Jerusalén, a Tel Aviv. Julia nos cuenta como una familia judía tiene que huir de su ciudad y acaban en Jerusalén donde le compran unas tierras a unos árabes. Como era de esperar no encontrarán mucha paz en la Huerta de la Esperanza, sus tierras recién compradas.
La novela tiene más historia que trama. Muchas veces tienes la sensación de que la autora te está resumiendo la historia de los judíos poniéndoles nombres a los protagonistas. No es una novela alegre. Tiene historias personales muy tristes, como, por ejemplo la traición de Wädi a Anisa o el final de Samuel.
No os recomiendo Dispara, Yo ya Estoy Muerto de Julia Navarro, una novela que se me hizo larguísima con sus casi 900 páginas. Ni siquiera se puede decir que sea muy realista. La supuesta amistad entre la familia de Samuel y la familia que le venden las tierras en Israel no es creíble. Julia intenta hacernos creer que puede haber amistad entre una familia judía expulsada de Rusia y una familia árabe que le vende una finca en Jersusalén pese a sus diferencias religiosas. En ese afán suyo empieza a sumar historias que lían mucho la trama.
La novela es un culebrón familiar muy recomendable para conciliar el sueño cuando no hay manera de quedarse dormida. Te lleva a Berlín, a París, a Jerusalén, a Tel Aviv. Julia nos cuenta como una familia judía tiene que huir de su ciudad y acaban en Jerusalén donde le compran unas tierras a unos árabes. Como era de esperar no encontrarán mucha paz en la Huerta de la Esperanza, sus tierras recién compradas.
La novela tiene más historia que trama. Muchas veces tienes la sensación de que la autora te está resumiendo la historia de los judíos poniéndoles nombres a los protagonistas. No es una novela alegre. Tiene historias personales muy tristes, como, por ejemplo la traición de Wädi a Anisa o el final de Samuel.
No os recomiendo Dispara, Yo ya Estoy Muerto de Julia Navarro, una novela que se me hizo larguísima con sus casi 900 páginas. Ni siquiera se puede decir que sea muy realista. La supuesta amistad entre la familia de Samuel y la familia que le venden las tierras en Israel no es creíble. Julia intenta hacernos creer que puede haber amistad entre una familia judía expulsada de Rusia y una familia árabe que le vende una finca en Jersusalén pese a sus diferencias religiosas. En ese afán suyo empieza a sumar historias que lían mucho la trama.