Diario:
Tamara Falcó enseña su ático en el ¡Hola! Es precioso. Muebles ingleses más propios de la casa de mamá Preysler que del piso de una joven independizada. No esperaba encontrar en el reportaje muebles de Ikea, pero tanto armario de anticuario aburre. Lo mismo se puede decir de los cuadros. Tamara debió haber puesto alguna fotografía enmarcada o haber colgado un calendario en la cocina para darle realismo a su independencia recién estrenada en el Madrid de los Austrias.
Afortunadamente, la chica vuelve a estar enamorada. Ojalá la cosa vaya en serio porque su piso antiguo necesita un hombre para completar la decoración clásica.
Creo que se nota que me hubiera gustado ser una Tamara Falcó hija de un marqués, hijastra de un ex ministro socialista y con una madre eternamente joven. Tamara lo tiene todo para ser feliz: una familia simpática, dinero, ático, nuevo novio. Hay que felicitarla.
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