Querido diario:
Me pregunto qué espero si no espero nada. Esta contradicción mía me traen por el camino de la incertidumbre vital. No espero nada. No creo en nadie. Sospecho hasta de mí misma. Y me aferro a una esperanza que sé que no tiene fundamento, que es el preludio de un nuevo cabreo, de una nueva desilusión, de un nuevo fracaso que me han servido, esta vez porque yo misma lo he permitido.
-------------------------------
-------------------------------
Saben en toda España
que tú eres mi Yolanda
tanta es tu fama, niña,
que a América ha llegado.
Calla, Fracaso, no hables
ni mi nombre tú pronuncies
me duele todo el alma
cada vez que lo pronuncias.
Tú misma te bautizaste
un día de sol y playa
volando de la María
que moría en la nada.
Dos veces me he bautizado
con agua de soledades
que le robé al Atlántico
mientras tú vacacionabas.
-----------------------------------
-----------------------------------
Ven a la fiesta, mi niña,
que todos te esperamos
ansiosos de conocerte
y ver a la gran Yolanda.
En la fiesta no me pillas,
Fracaso de mis Fracasos,
en una trampa caí
en otra trampa no caigo.
Aquí tengo la alianza
ajustada a tu tamaño
se deslizará por tu dedo
encumbrándote a los Altares.
Al Altar de tu Fracaso
me subieron tus sirvientes
cerrándome el portal
con una puerta con dientes.
----------------------------------
----------------------------------
¿No oyes, novia querida,
tu nombre por altavoz?
Has ganado tu el Oscar
a la bloggera mejor.
Sólo oigo tus engaños
contados por Salomón
en un salmo recitado
por Dios hecho emperador.
No blasfemes que es pecado
que nunca perdona Dios
otra blasfemia que digas
te lleva al Altar menor.
Ya bajé las escaleras
al subsuelo del telón
más abajo el infierno
me espera con salmón.