La deseada de Maryse Condé es una novela que toma como título el nombre de una isla de las Antillas. Su autora es una escritora francesa con cierto renombre en el país vecino. En el año 2.018 fue galardonada con el Nobel Alternativo promovido por un grupo de intelectuales.
Cuesta leer 320 páginas de culebrón. Maryse Condé nos presenta a tres generaciones de mujeres que tienen algo de heroínas y algo de verdugas. Ranélise cría a Marie-Noëlle. Un día la joven quiere saber la verdad. ¿Qué hay detrás de la frialdad de su madre? ¿Qué secretos esconde una abuela igual de fría y enigmática?... Reynalda, la madre, y Nina, la abuela, son los personajes más interesantes de una novela que no llega nunca a ser interesante. La autora va dando saltos del culebrón familiar a la filosofía de andar por casa. Pone en boca de la protagonista reflexiones categóricas que piden un subrayado con bolígrafo rojo.
Como bien dice la joven, nadie puede elegir la infancia que le toca vivir. A ella le ha tocado vivir una infancia marcada por maternidades no deseadas. Ha vivido el desarraigo, el preguntarse el sentido de su vida. Vio la violencia. Vio como callaban las mujeres.
En la novela las descripciones de un Caribe pletórico en colores están salpicadas por el abuso. La belleza no se limita al Caribe. También aparecen ciudades como París y Boston con sus luces y sombras. Repito que cuesta leer la novela. La abundancia de expresiones criollas no contribuye a facilitar la lectura.
No os recomiendo ni os dejo de recomendar esta novela. Tiene mucho de autobiográfica. La autora nació en Guadalupe y vivió en Estados Unidos, Francia y África. Igual que su protagonista, buscó en la educación la llave que le abriera la puerta de la felicidad. Llega a la conclusión de que la felicidad comienza en una misma. Una sabia conclusión. La felicidad que sientes en ti nadie te la puede quitar.
Cuesta leer 320 páginas de culebrón. Maryse Condé nos presenta a tres generaciones de mujeres que tienen algo de heroínas y algo de verdugas. Ranélise cría a Marie-Noëlle. Un día la joven quiere saber la verdad. ¿Qué hay detrás de la frialdad de su madre? ¿Qué secretos esconde una abuela igual de fría y enigmática?... Reynalda, la madre, y Nina, la abuela, son los personajes más interesantes de una novela que no llega nunca a ser interesante. La autora va dando saltos del culebrón familiar a la filosofía de andar por casa. Pone en boca de la protagonista reflexiones categóricas que piden un subrayado con bolígrafo rojo.
Como bien dice la joven, nadie puede elegir la infancia que le toca vivir. A ella le ha tocado vivir una infancia marcada por maternidades no deseadas. Ha vivido el desarraigo, el preguntarse el sentido de su vida. Vio la violencia. Vio como callaban las mujeres.
En la novela las descripciones de un Caribe pletórico en colores están salpicadas por el abuso. La belleza no se limita al Caribe. También aparecen ciudades como París y Boston con sus luces y sombras. Repito que cuesta leer la novela. La abundancia de expresiones criollas no contribuye a facilitar la lectura.
No os recomiendo ni os dejo de recomendar esta novela. Tiene mucho de autobiográfica. La autora nació en Guadalupe y vivió en Estados Unidos, Francia y África. Igual que su protagonista, buscó en la educación la llave que le abriera la puerta de la felicidad. Llega a la conclusión de que la felicidad comienza en una misma. Una sabia conclusión. La felicidad que sientes en ti nadie te la puede quitar.
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