El jardín del Prado de Eduardo Barba Gómez es un libro que va comentando cuadro a cuadro desde las plantas y flores que aparecen en las pinturas del Museo del Prado. Es una idea original a la hora de escribir un libro. Aunque no es muy original si piensas que el autor es un reputado jardinero. Eduardo heredó su pasión por las plantas y flores de su madre. Su progenitora recogía plantas que caían de los balcones, las plantaba en macetas y las cuidaba para que crecieran hermosas. Con una madre así, se entiende que al hijo le apasionen los jardines.
Eduardo ha viajado mucho. Viajó por toda Europa creando y cuidando jardines. En Estados Unidos nació su pasión por el Arte. Regresó a Madrid y se acercó al Prado para descubrir el museo de su ciudad. Como muchos madrileños, conocía el Arte con mayúscula fuera de su ciudad, pero no había visitado mucho el Museo del Prado. Fue todo un descubrimiento. De ahí a escribir este interesante libro hubo un paso.
En El jardín del Prado de Eduardo Barba Gómez nos va contando las plantas que pintan los pintores en sus cuadros. Analiza la simbología que le dan los pintores famosos a las plantas y flores. El comentario más bonito que recoge el libro es el del cuadro de El jardín de las Delicias. Nos habla de la borraja, una planta que daba bravura a las personas que la consumían.
Eduardo viaja por el mundo mundial cuidando jardines a cambio de alojamiento. Yo no me hubiera atrevido a tanto. Debe ser que la gente con dinero pide como los marqueses y le dan como a los marqueses. A los pobres no nos gusta pedir. Este libro que os recomiendo lo escribió en el campo de Girona, en una casa que le prestaron. Así da gusto. Todo gratis. Eduardo estaba muy inspirado escribiendo las páginas del libro. Tuvo el detalle de contarnos la caída de una hoja de un tilo mientras tecleaba en su ordenador sobre plantas y flores de los cuadros del Museo del Prado.
Yo le recomiendo este libro a todo el mundo, sobre todo a las personas que hemos estudiado Historia del Arte. Eduardo te hace ver los cuadros de otra manera. Los vuelves a disfrutar. Este hombre entra en los cuadros, te habla del ciprés muerto, y, poco a poco, te expone unos detalles en los que tú nunca habías reparado. El Bosco es el pintor que más lo sorprende. No me extraña. El Bosco es un pintor cautivador a nivel botánico.
Lo que más me gustó de El jardín del Prado de Eduardo Barba Gómez es la descripción de los aromas. Te dice a que flor huele cada cuadro. Cuando vaya otra vez al Museo del Prado veré las pinturas colgadas en sus paredes desde otro punto de vista. Seguro que recuerdo los olores que tan bien describe Eduardo en su libro.
Eduardo ha viajado mucho. Viajó por toda Europa creando y cuidando jardines. En Estados Unidos nació su pasión por el Arte. Regresó a Madrid y se acercó al Prado para descubrir el museo de su ciudad. Como muchos madrileños, conocía el Arte con mayúscula fuera de su ciudad, pero no había visitado mucho el Museo del Prado. Fue todo un descubrimiento. De ahí a escribir este interesante libro hubo un paso.
En El jardín del Prado de Eduardo Barba Gómez nos va contando las plantas que pintan los pintores en sus cuadros. Analiza la simbología que le dan los pintores famosos a las plantas y flores. El comentario más bonito que recoge el libro es el del cuadro de El jardín de las Delicias. Nos habla de la borraja, una planta que daba bravura a las personas que la consumían.
Eduardo viaja por el mundo mundial cuidando jardines a cambio de alojamiento. Yo no me hubiera atrevido a tanto. Debe ser que la gente con dinero pide como los marqueses y le dan como a los marqueses. A los pobres no nos gusta pedir. Este libro que os recomiendo lo escribió en el campo de Girona, en una casa que le prestaron. Así da gusto. Todo gratis. Eduardo estaba muy inspirado escribiendo las páginas del libro. Tuvo el detalle de contarnos la caída de una hoja de un tilo mientras tecleaba en su ordenador sobre plantas y flores de los cuadros del Museo del Prado.
Yo le recomiendo este libro a todo el mundo, sobre todo a las personas que hemos estudiado Historia del Arte. Eduardo te hace ver los cuadros de otra manera. Los vuelves a disfrutar. Este hombre entra en los cuadros, te habla del ciprés muerto, y, poco a poco, te expone unos detalles en los que tú nunca habías reparado. El Bosco es el pintor que más lo sorprende. No me extraña. El Bosco es un pintor cautivador a nivel botánico.
Lo que más me gustó de El jardín del Prado de Eduardo Barba Gómez es la descripción de los aromas. Te dice a que flor huele cada cuadro. Cuando vaya otra vez al Museo del Prado veré las pinturas colgadas en sus paredes desde otro punto de vista. Seguro que recuerdo los olores que tan bien describe Eduardo en su libro.
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