Cuando leí en un periódico que Las ocho montañas de Paolo Cognetti era un éxito editorial en Italia y también había sido una novela premiada en Francia, fui a la librería de El Corte Inglés a hacerme con un ejemplar. No lo hubiera hecho si supiera que me iba a dar tarta tristeza.
No es Las ocho montañas un libro para personas que tienden a la depresión, como es mi caso. La historia de dos amigos que van viviendo una amistad que acaba en el olvido con los años y regresan a los recuerdos de la infancia cuando se encuentran de mayores, deprime. Pietro es el chico de la capital que veranea en un pueblo. Allí conoce a Bruno. Juntos descubren el mundo. Como era previsible, su amistad se acaba cuando crecen. El padre de Pietro quiere llevar a Bruno a la ciudad a estudiar. No es posible. Pietro va a la India y a Nepal. Se olvida de su amigo Bruno.
Los dos amigos se reencuentran al fallecer el padre de Pietro. El amigo de ciudad y de viajes exóticos regresa al pequeño pueblo y recobra la amistad de Bruno, una amistad que dará sentido a su vida. Toda sacar los pañuelos y llorar. La amistad existe: una gran noticia para quienes quieran creerla.
No os recomiendo esta novela, a nos ser que quieras llorar como en las películas románticas donde los protagonistas sufren. No entiendo como le han dado tantos premios y menos entiendo como se está vendiendo tan bien. Supongo que la gente la compra porque le han dado premios tan prestigiosos como el Premio Strega en Italia ye el Premio Médicis a la novela extranjera en Francia. Te ponen una notita con esa información sobre la portada del libro y te vienen ganas de llevarte un ejemplar. No compensa. Esta novela es de las novelas más tristes que he leído.
Puestos a salvar algo de esta novela, me quedo con la primera parte, cuando el niño de ciudad va al pueblo montañés a veranear y se hace amigo del niño de campo. La segunda parte, muerto el padre de Pietro, es un canto a la amistad en un tratado novelado de filosofía barata. La amistad no existe. Paolo Cognetti, si cree en la amistad, se equivoca.
No es Las ocho montañas un libro para personas que tienden a la depresión, como es mi caso. La historia de dos amigos que van viviendo una amistad que acaba en el olvido con los años y regresan a los recuerdos de la infancia cuando se encuentran de mayores, deprime. Pietro es el chico de la capital que veranea en un pueblo. Allí conoce a Bruno. Juntos descubren el mundo. Como era previsible, su amistad se acaba cuando crecen. El padre de Pietro quiere llevar a Bruno a la ciudad a estudiar. No es posible. Pietro va a la India y a Nepal. Se olvida de su amigo Bruno.
Los dos amigos se reencuentran al fallecer el padre de Pietro. El amigo de ciudad y de viajes exóticos regresa al pequeño pueblo y recobra la amistad de Bruno, una amistad que dará sentido a su vida. Toda sacar los pañuelos y llorar. La amistad existe: una gran noticia para quienes quieran creerla.
No os recomiendo esta novela, a nos ser que quieras llorar como en las películas románticas donde los protagonistas sufren. No entiendo como le han dado tantos premios y menos entiendo como se está vendiendo tan bien. Supongo que la gente la compra porque le han dado premios tan prestigiosos como el Premio Strega en Italia ye el Premio Médicis a la novela extranjera en Francia. Te ponen una notita con esa información sobre la portada del libro y te vienen ganas de llevarte un ejemplar. No compensa. Esta novela es de las novelas más tristes que he leído.
Puestos a salvar algo de esta novela, me quedo con la primera parte, cuando el niño de ciudad va al pueblo montañés a veranear y se hace amigo del niño de campo. La segunda parte, muerto el padre de Pietro, es un canto a la amistad en un tratado novelado de filosofía barata. La amistad no existe. Paolo Cognetti, si cree en la amistad, se equivoca.
------------------------
Para tener los pies bonitos puedes ir al podólogo o usar en tu casa la Velvet smooth Diamond crystals, una lima para pies que te los deja bonitos y suaves al instante. tiendacoruna.blogspot.com |