El Quijote es la novela más editada del mundo y la menos leída. Todos, en su día, hemos buscado resúmenes del argumento de la famosa novela de Cervantes, para aprobar el correspondiente examen de literatura, cuando la adolescencia no pedía un texto cargado de siglos sino un texto cargado de moda en el top de ventas de las librerías. El Quijote es un clásico alabado por la crítica, no por los lectores sinceros.
Hace unos días me enteré que su autor
escribió el tocho sin puntuación. Los puntos y las comas son cosa de los editores. Eso no nos lo contaron los profesores porque no lo sabían o tal vez porque temían que siguiéramos la mala ortografía del manco de Lepanto.
Deberían editar el Quijote tal y como lo escribió su autor. Seguro que vendían bien el libro. Un clásico fuera del clasicismo de las reglas ortográfica quedaría bien en esas estanterías de libros destinados a adornar el salón de las casas.