El Secuestro de la Bibliotecaria de Margaret Mahy es una pequeña novelita infantil que les encanta a mis hijas.
Nos cuenta como unos malvados secuestradores se llevan a la guapa bibliotecaria de la biblioteca del Ayuntamiento. Lo que no esperaban los malos era pillar el sarampión y tampoco esperaban que la guapa bibliotecaria les amenizara la enfermedad leyéndoles cuentos infantiles que nunca les habían leído.
Esta pequeña novela de sólo 48 páginas es muy recomendable para niños de corta edad porque está llena de moralejas. Es, pues muy educativo.
El Secuestro de la Bibliotecaria de Margaret Mahy se publicó por primera vez el año 1978. Yo no lo descubrí hasta hace cosa de dos años, que fue cuando se lo a mis hijas por recomendación de una librera. Fue un acierto. A mis hijas les encanta.
Al ser tan breve lo pueden leer los niños solos. Se lee de un tirón. Es una buena opción para que los más pequeños de la casa se vayan interesando por la lectura.
La mayor ventaja que le encuentro es que haga de un suceso penoso como es un secuestro una situación divertida. La autora le sabe quitar hierro al drama.
De los personajes me quedo con la bibliotecaria. Es joven, guapa, divertida y justa también. Pese a que la han secuestrado cuida de sus secuestradores cuando caen enfermos de sarampión y les lee los cuentos que no les leyeron en su infancia. Hay un intento de hacer justicia. La autora nos plasma en las páginas de esta novela la importancia que tienen los libros para cambiar la forma de ser de una persona que se ha ido por el mal camino.
Nos cuenta como unos malvados secuestradores se llevan a la guapa bibliotecaria de la biblioteca del Ayuntamiento. Lo que no esperaban los malos era pillar el sarampión y tampoco esperaban que la guapa bibliotecaria les amenizara la enfermedad leyéndoles cuentos infantiles que nunca les habían leído.
Esta pequeña novela de sólo 48 páginas es muy recomendable para niños de corta edad porque está llena de moralejas. Es, pues muy educativo.
El Secuestro de la Bibliotecaria de Margaret Mahy se publicó por primera vez el año 1978. Yo no lo descubrí hasta hace cosa de dos años, que fue cuando se lo a mis hijas por recomendación de una librera. Fue un acierto. A mis hijas les encanta.
Al ser tan breve lo pueden leer los niños solos. Se lee de un tirón. Es una buena opción para que los más pequeños de la casa se vayan interesando por la lectura.
La mayor ventaja que le encuentro es que haga de un suceso penoso como es un secuestro una situación divertida. La autora le sabe quitar hierro al drama.
De los personajes me quedo con la bibliotecaria. Es joven, guapa, divertida y justa también. Pese a que la han secuestrado cuida de sus secuestradores cuando caen enfermos de sarampión y les lee los cuentos que no les leyeron en su infancia. Hay un intento de hacer justicia. La autora nos plasma en las páginas de esta novela la importancia que tienen los libros para cambiar la forma de ser de una persona que se ha ido por el mal camino.
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