Diario:
La historia de siempre. Sin ordenador y dejándole paso a los señoritos. Estoy hasta el culo de que pisen mis derechos. Los pobres, señores, tenemos más derechos que nadie. Esos imbéciles que están ocupando el ordenador que me corresponde bien podían irse a un ciber y no yo que necesito el dinero para vivir, no para derrochar.
Estoy harta. La vida es una mierda. Todos son problemas. A mis problemas sumo los problemas que me echan encima. Y que nadie me diga que hay que ser optimista y esas tonterías. Eres optimista cuando puedes y cuando no puedes eres como te hacen ser. A mí el optimismo me vendría si me tocará la Primitiva. Entonces sí que sería feliz. Podría comprarme un portátil, una buena casa, no tendría que contar los céntimos para ir al supermercado a hacer la compra, podría comprar la ropa, dejaría de hacerme mis propios tapafríos, no sería un problema un cambio imprescindible de zapatos,...
La vida es injusta con los pobres. En cambio, con los ricos es derrochona; les da una felicidad que no merecen los muy cabrones. ¿Merece la duquesa de Alba sus palacios? No. ¿Merece Emilio Botín su riqueza? No ¿Merece el Rey de España vivir como un marajá? No ¿Merece el Papa de Roma ser el anciano más rico del Planeta? No.
Hay que repartir, señores. Devolver lo que han robado porque los demás también necesitamos comer, vestirnos, vivir.
Yolanda Smith
http://verbasceibes.blogspot.com/