Gracias a El manuscrito de fuego muchos lectores han descubiertos a un personaje tan interesante como el de Don Francés de Zúñiga, antiguo bufón del emperador Carlos V, un hombre que yo ya conocía porque la Historia me encanta. Por eso conozco personajes que otra gente desconoce.
Pues bien, este buen hombre es acuchillado en el lejano año 1532. La emperatriz le encargará a Fernando de Rojas la investigación del caso. Así iremos descubriendo que el famoso bufón era un hombre que caía mal a muchos en la corte. Las investigaciones sobre el caso nos llevan a la Universidad de Salamanca. La clave parece estar en la fachada de la universidad.
Como telón de fondo tenemos la Revuelta de los Comuneros. La Universidad de Salamanca les aportó a los comuneros un razonamiento ideológico para sus revueltas. El autor mete mucha historia en el libro, incluso demasiada diría yo. Tiene este libro capítulos que parecen más un manual de Historia que una novela que cierra la trilogía del Monumento de piedra.
No os recomiendo ni os dejo de recomendar esta novela histórica. Si la lees como si se tratase de un manual, te es más tragable. Como novela, resulta pesadita. Algunos capítulos te hacen dejar el libro aparcado encima de una mesa. Otros son más leíbles. Lo mejor de la novela es el personaje: el bufón preferido de la mujer de Carlos V en Alemania y I en España es un personaje que no te deja indiferente, como tampoco dejaba indiferentes a las personas que tuvieron la suerte de vivir con él.
La novela está falta de agilidad. Tiene partes muy lentas. Ni siquiera la introducción de un joven estudiante en la trama con un papel importante para desentrañar el secreto, le da agilidad. El personaje del estudiante es un guiño hacia el lector joven por parte del autor. No creo que atrape a los jóvenes esta novela. Es una novela más para estudiadores sesudos que para adolescentes crecidos enamorados de la literatura actual.
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