A la madura Dios no la ayuda de Marta Barroso es un libro que recoge las reflexiones de una señora bien de más de 50 años. Se supone que es una novela, pero ves tanto de la autora en el libro, que se queda en un libro lleno de confidencias y deseos.
El libro empieza con la huida de la protagonista de una vida que no le ofrece diversión. Está harta. Como dice ella, es una harta entre las más hartas. Encima es cincuentañera. La edad no está de su parte. Tampoco lo están el marido, los hijos, su madre, las amigas, la casa, el trabajo… Nos va contando su vida forzando el humor para arrancarte una sonrisa. A mí poca gracia me hizo porque no me quitaba de la cabeza que del otro lado del texto estaba una mujer, Marta Barroso, hija de una familia que vivió siempre a lo grande en este país nuestro. Las "señoritas" no tienen motivos para quejarse.
Pero esta "señorita" se nos queja. Nos va contando con pelos y señales los motivos que la han llevado a abandonar su familia, sin perder ocasión de poner al marido a caer de un burro. No la ayuda, no la comprende, no es lo que esperaba encontrar en el hombre de su vida.
Lo mejor del libro es la portada. Le pusieron una portada con la expresiva cara de una mujer que parece sacada de una publicidad de los años 50. Muy original. Lo demás no val mucho la pena. Es el típico libro que seguro que le han escrito a la famosa de turno para que se forre. Marta Barroso hace caja y tú lees lo que seguramente le ha escrito un "negro".
El libro empieza con la huida de la protagonista de una vida que no le ofrece diversión. Está harta. Como dice ella, es una harta entre las más hartas. Encima es cincuentañera. La edad no está de su parte. Tampoco lo están el marido, los hijos, su madre, las amigas, la casa, el trabajo… Nos va contando su vida forzando el humor para arrancarte una sonrisa. A mí poca gracia me hizo porque no me quitaba de la cabeza que del otro lado del texto estaba una mujer, Marta Barroso, hija de una familia que vivió siempre a lo grande en este país nuestro. Las "señoritas" no tienen motivos para quejarse.
Pero esta "señorita" se nos queja. Nos va contando con pelos y señales los motivos que la han llevado a abandonar su familia, sin perder ocasión de poner al marido a caer de un burro. No la ayuda, no la comprende, no es lo que esperaba encontrar en el hombre de su vida.
Lo mejor del libro es la portada. Le pusieron una portada con la expresiva cara de una mujer que parece sacada de una publicidad de los años 50. Muy original. Lo demás no val mucho la pena. Es el típico libro que seguro que le han escrito a la famosa de turno para que se forre. Marta Barroso hace caja y tú lees lo que seguramente le ha escrito un "negro".