Bebo una copa de champán y pienso en la siguiente copa. Sólo una más. Fuera, las vacas habitan el valle. A mis oídos llegan sus esquilas. ¡Qué música! El campo esa vacío de personas. Podría salir de casa e ir hasta los árboles desnuda porque nadie regresará hasta mañana. Cierro la ventana. Lo que no puedo cerrar es mi vacío.